Apuntad todo bien…no vayan a salir luego cuatro versiones diferentes
JC en la imaginación popular
Parece mentira que con todos los memes y las ‘bromas’ de semana santa
te des cuenta, o hagas hincapié en lo _________ de la historia de la
salvación. Un Dios (herencia cristiana esa mayúscula) que crea a los
hombres en los que aparece el pecado original y deja embarazada a una
virgen ya comprometida para que nazca su hijo que en realidad es él
mismo para mandar su mensaje, pero sobre todo para morir crucificado por
los hombres para salvarlos del pecado. Es una pirula espectacular.
Si te ‘limitas’ a JC y sus enseñanzas (qué se yo: la otra mejilla,
amar al prójimo, etc), en cualquier caso te ahorras todo el sistema que
viene después. Donde no debes comer una hora antes de comulgar, si
mueres en sábado con el escapulario de la Virgen del Carmen puesto vas
directo al cielo, la confesión perdona los pecados pero no la huella que
borra la Indulgencia Plenaria y toda la rigidez y ritualidad de los
sacramentos, lo que vale y lo que no. El motor de la culpa. El infierno
casi como método de justicia infantil.
Pero no es una cuestión de ahorro. La abundancia de obstáculos para
alcanzar la verdad no brillante, la auténtica, la que no se mide en
número de asistentes es apabullante. No puedo cargar con los preceptos y
las diferencias escatológicas hasta tener mi relación con Dios (o dios,
para distinguirlo del Yavéh), es más, creo que debo desprenderme de
ellas y mirar dentro de mí, en silencio, sin ruido mandamentario.
Los primeros concilios se centran aparentemente en cuestiones
complejas como la dualidad dios-hombre de JC. A medida que vas avanzando
y pasas los dogmas de fe, te encuentras con toda una lista de leyes, si
es que se pueden llamar así, acerca de, qué sé yo una vez más, la
excomunión, la actividad de los templarios, y otras cosas más mundanas
puramente legislativas.
Todavía no entiendo como puedes ser cautivado en una pompa de tales
dimensiones. Es cierto que el espíritu del cristianismo tal cual lo
entiendo y es, disfruta de muchas verdades universales. Por ejemplo la
oración como mecanismo de recogimiento interior, muy similar a la
meditación o el silencio y la paz personal. Pero todas las ramas, el
ruido, no te dejan centrarte en lo esencial, en lo que se espera
finalmente de un creyente o un cristiano.
Pero en realidad sí lo entiendo. En mi caso al menos se trataba de
una pompa social, que obedece a un código moral de catalogación. Se
ahoga la intuición del corazón, todo tiene su método y su validación y
es sometido al escrutinio. Eso, por supuesto en general. No me cabe duda
de que existe gente que trata de penetrar hondo en el misterio y que
vive las cosas de forma cercana a como las cree, pero son pocos los
elegidos.
