14 de julio de 2020

¿Por qué compartimos merca en las redes sociales?

 

No tengo ni idea. Se sospecha que tiene que ver con un ‘eh, estoy aquí en el mundo, soy importante’. Pero imagínate que fuera el equivalente a hablar en una conversación en un grupo de amigos, ¿qué te lleva a hablar? ¿A compartir información personal irrelevante y sumarlo al feed de otros millones de contribuyentes a alimentar el miedo a perderse algo (FOMO)?

No lo sé, pero tengo la sensación de que contribuir a ese feed, es peligroso, es alimentar una burbuja y una bola de nieve monumentales. Te quita tiempo, te hace tonto, te deprime, genera ansiedad. ¿Porqué no dejar de quitarle tiempo a los demás? Si quiero que alguien vea mis fotos, en realidad, me vale con que un día las vea en casa, en un libro que habré editado con las mejores fotos del año. ¿Y si Instagram pasa al papel? ¿Y si Twitter se convierte en un diario? ¿Y si Facebook se reduce a algunas llamadas de teléfono y otras quedadas?

¿Y si la mayoría del tiempo e interacciones se reduccen a contactos reales? ¿Por qué no hacen un motor de búsqueda que excluya a los grandes tótems de internet? ¿Por qué no hacemos un esfuerzo en el internet descentralizado?

6 de julio de 2020

¿Qué efecto tiene el exceso de imágenes?

 Estás suscrito a cientos de feeds de imágenes, de contenido visual, cuyo visionado provoca reacciones rápidas y embotelladas. Estás abierto a lo que quieran mandarte. Te sientes anonadado con la cuestión. No sabes que pensar de cada una de ellas. Quieres ordenarlas, retenerlas, guardarlas en un cajón. Mientras lo intentas siguen apareciendo. Se te olvida esa de la puesta de sol que te ha dado tan buenas sensaciones. Hay una serie de una fiesta que tiene un tono inquietante, todos parecen cuerpos de revista, altivos, intocables, de plástico. En Instagram funcionan así, entras y empiezan a darte cucharadas, no esperan ni que tragues, deja la tráquea fuera antes de entrar a Instagram. El texto te espera a ser descifrado, no se mete en tu cabeza sin tu consentimiento, puedes parar cuando quieras, te lo pide el cuerpo. Vas a morir como esos peces que mueren empachados de comida para peces como trocitos de papel biblia de colores, de alguna iglesia patrocinada por disney.