18 de julio de 2024

15 de julio de 2024

14 de julio de 2024

Hacktivismo

¿Cómo formar parte de algo más grande para colaborar entre todos, para luchar entre todos?

2 de julio de 2024

Privativa del hombre

El perro del vecino se llamaba Peter y eso me dijeron. Que Peter se había llevado mi chupete.

Miró al mastín negro atado a la señal de prohibido aparcar.

Así que imagínate. ¿Iba a enfrentarme a ese mutante a buscar mi chupete? Le tenía un miedo tremendo.

Pero bueno, este es un Peter muy fácil con el que reconciliarse y volver a empezar. Es tranquilo, es empático y sobre todo muy listo.

Calla, calla. —dijo otra voz.

Giramos la cabeza y vimos una señora encorvada con un pañuelo en la cabeza.

El otro día (tú no lo verás porque lo echan por las mañanas —dijo mirándome— ), en el programa de la Onega les escribí un guasap. Mira, mira.

Los dos inclinamos la cabeza hacia su teléfono. La señora arrastraba los dedos por la pantalla, cerraba aplicaciones y abrió una conversación.

Desde quinto de bachiller me tienen dicho —dijo (y me costó un cero en filosófía): la inteligencia es —y levantó el dedo índice privativa del hombre. Todavía no lo han leído, pero eso mandé.

No sabía que se podían mandar mensajes al programa de Onega.

Pues sí hijo. Y ahora os dejo, que me tengo que ir a comer con mi nieto al Foster’s. No quería ir a Martín y ahora no sé qué voy a comer ahí. No me gusta la carne, ni los chuletones.

Hay un arroz con verduras muy rico.

Pues no sé, algo comeré.Acordaros, y volvió a levantar el dedo índice privativa del hombre.


20 de junio de 2024

La Vida Secreta de las Madres 5x08

En este episodio entrevistan a María Velasco. C. me ha archirrecomendado el podcast y estoy conectando bastante. Anoto algunas ideas:

Sociedad que se fija mucho en el detalle sin comprender el todo, el contexto.

¿Por qué queremos que nuestros hijos sean felices? Queremos que se adapten a la vida, que sepan vivir. La felicidad no existe, no es un estado real.

¿Qué es hacerlo bien? Eso es algo narcisista.

Ojo el narcisismo en la crianza de sobreprotección.

Frustración y empatía.

Si todo el rato estoy pensando en cómo hacer. No estoy haciendo.

Niños y autonomía.

El mejor regalo que se puede hacer a los niños, disfrutar de la vida como es.

Crear un equipo en casa.

De qué va la vida de verdad, de lo no productivo, los cuidados, las tareas.

Padres perfectos ¿que tienen? ¿hijos perfectos?

No tienen propósito en la vida y no saben quienes son los niños de ahora.

Padre, madre e internet. Internet nos hace estár comparando constantemente.

Para y prioriza queremos todo y solo tienes una vida, no puedes todo. ¿Qué es lo importante? Ser prácticos. Pensar.

El éxito es que puedas ser la madre/padre de TU hijo y acompañarlo, no dirigirlo. Enseñarle, compartir, ayudarle.

Pregunta final: dualidad entre no tendría a mis hijos y no los puedo dejar de tener.

 

Perdonad el caos de estas anotaciones, de aquí que j2c6 sea como una libreta muchas de las veces que se añade contenido.

P.D.: Otros de mis podcasts favoritos 'Amiga Date Cuenta' y 'La Amiga Eres Tú'.
 

Tardocapitalismo Cansado

No me imagino un mundo sin capitalismo y eso que está en 'horas bajas' ¿habrá librerías? ¿cines? El capitalismo se lo come todo y tiene hambre mientras come, está pensando en lo siguiente constantemente.

30 de mayo de 2024

Ustedes brillan en lo oscuro. Liliana Colanzi

Seguimos con los ganadores del Premio Ribera del Duero. Lo que mola de Colanzi es que tiene una voz propia distinta a todo que le he leído antes que me saca de mi zona de confort. El libro me ha parecido irregular, en extensión e incluso el estilo. Los cuentos ‘La cueva’ (que me ha impresionado mucho por cómo empieza de brutal y el punto de vista), ‘La deuda’ de aspecto más lineal y clásico y ‘El camino angosto’ son los que más me han gustado. Colanzi tiene una literatura menos psicológica del personaje pero sabe crear atmósferas inquietantes. Los que menos me han gustado tiene que ver con sobrevolar los hechos como en ‘Atomito’ o el que lleva el título del libro. Muy interesante en cualquier caso.

Ustedes brillan en lo oscuro’, Liliana Colanzi. Páginas de Espuma, 2022. 120 páginas.

27 de mayo de 2024

Convert RAW photos to JPG with macOS and delete original RAWs after checking the conversion

The command recursively searches for .cr2 and .dng files in the current directory and all its subdirectories, converts them to high-quality JPEGs with a resolution of 300 dpi and a color depth of at least 8 bits per channel, and then deletes the original files if the conversion is successful.

find . -type f \( -iname "*.cr2" -o -iname "*.dng" \) | while read -r FILE; do EXT="${FILE##*.}"; BASE="${FILE%.*}"; NEWFILE="${BASE}-${EXT}.jpg"; sips -s format jpeg -s formatOptions best -s dpiWidth 300 -s dpiHeight 300 "$FILE" --out "$NEWFILE"; if [ -f "$NEWFILE" ]; then rm "$FILE"; else echo "Error converting $FILE"; fi; done

Details

  1. find . -type f \( -iname "*.cr2" -o -iname "*.dng" \):

    • Recursively searches for files with .cr2 or .dng extensions starting from the current directory (.).
  2. | while read -r FILE; do ... done:

    • For each file found, the command within this loop is executed.
  3. EXT="${FILE##*.}":

    • Extracts the file extension (either cr2 or dng).
  4. BASE="${FILE%.*}":

    • Removes the file extension to get the base file name.
  5. NEWFILE="${BASE}-${EXT}.jpg":

    • Constructs the new JPEG file name in the format original-name-cr2.jpg or original-name-dng.jpg.
  6. sips -s format jpeg -s formatOptions best -s dpiWidth 300 -s dpiHeight 300 "$FILE" --out "$NEWFILE":

    • Converts the file to JPEG format using sips:
      • -s format jpeg: Specifies the output format as JPEG.
      • -s formatOptions best: Sets the JPEG quality to the best.
      • -s dpiWidth 300 -s dpiHeight 300: Sets the resolution to 300 dpi.
      • "$FILE": Specifies the input file.
      • --out "$NEWFILE": Specifies the output file with the new name.
  7. if [ -f "$NEWFILE" ]; then rm "$FILE"; else echo "Error converting $FILE"; fi:

    • Checks if the new JPEG file was successfully created:
      • If the new file exists, deletes the original file.
      • If the new file does not exist, outputs an error message indicating the conversion failed.

22 de mayo de 2024

La vida por delante. Magalí Etchebarne

Los 4 relatos se leen fácil. Y con esto me refiero a una escritura sencilla y calmada y aportando pequeños detalles poéticos de cuando en cuando, sin pretensiones. Los relatos tienen varios guiños conectados entre sí: los unicornios, las piedras de obsidiana, cosa que un lector atento agradece. Tienen ese punto de comprensión por acumulación pero que nunca acabas de comprender del todo (en el mejor de los sentidos), siempre puedes profundizar en ese ambiente gris y templado. Me han parecido los dos primeros mejor que los dos segundos, pero ninguno me pareció mal, aunque no me impresionaron tanto estos dos últimos. ‘Piedras que usan las mujeres’ es el más misterioso y puzzle. ‘Un amor como el nuestro’ me ha gustado mucho aunque tenga un broche final de taller literario. ‘Temporada de cenizas’ está bien y ‘Casi siempre desesperados’ me ha parecido más convencional, me recordó a lo que escribió Marta Jiménez Serrano en plan él, ella, los dos, etc. En general bien, habrá que seguirla pero noto que el siguiente puede ser mejor. Me leeré lo suyo anterior ‘Los mejores días’ (2017)

La seducción es esta pista de marchas y contramarchas, frenadas fuertes y giros inesperados, un circuito de aprendices. Hay huecos por donde fundir la atención: eso que cuenta; tangentes delicadas por las que desviar la conversación, lianas para saltar hacia la evasión, un gesto hermoso cuando fuma y una mueca olvidable, las palabras que usa y las conjugaciones raras. Imposible no imaginarlo en la cama, hablándome en la nuca y diciendo mejores cosas, lo que diría un hombre que no existe porque vive en mi mente y está hecho de partes de todos los hombres que conocí, pero también de lo que leí y de lo vi en las películas. Un Frankenstein de caprichos y fantasías.

‘La vida por delante’, Magalí Etchebarne. Páginas de Espuma, 2024. 115 páginas.
 

17 de mayo de 2024

Una buena idea

Escribiendo cuentos no
existen las buenas ideas.
Existen los cuentos que se escriben.

16 de mayo de 2024

Monstruos. Claire Dederer.

Este es un debate que hemos tenido muchas veces. Lo tuve en su momento con Raskolnikov y con todos los Allen-Polanski de sobremesa. Leyendo el principio del libro he entendido mejor el problema de la mano de una Claire Dederer súper divertida. Desde "las obras no se disfrutan en el vacío" en lo reference a ceñirse al valor de la obra, la mancha de la biografía, J'Accuse al monstruo que altera nuestra capacidad de entender la obra por sí misma, el juicio hacia el pasado como si tuvieras una moral superior, la fascinación por lo maligno del genio pero también el perdón y la recuperación en "somos mejores que lo peor que hemos hecho". Una de las cosas que más me han gustado de este ensayo es el giro hacia lo humano desde lo artístico. El libro se abre con una cita de Clarice Lispector: "Quién no se ha preguntado alguna vez: ¿soy un monstruo o esto es ser una persona?". La monstruosidad es un reduccionismo, somos mucho más que eso y también: todos somos un poco monstruos. Dederer se sincera con el reconocimiento en primer lugar de su propia monstruosidad (temazo de las madres abandonadoras, maternidad-creación, etc). La cultura de la cancelación es salvaje, es una extensión del resultado de usar nuestra moral principalmente para comprar/consumir o no cosas y "carece de sentido como gesto ético". He disfrutado muchísimo. Al final 'Monstruos' es una búsqueda en la que nos sentimos identificados por la pasión de Dederer por los libros("La lectura era mi vocación, si es que una vocación es lo que se hace cuando nadie te obliga a rendir cuentas."), el cine, la música pero sobre todo es un profundo abrazo al amor humano y a sus contradicciones.


¿Qué hacemos con el arte de los hombres monstruosos? Esa pregunta no es más que el mosquito que da vueltas alrededor del monolito de la pregunta verdaderamente importante: ¿qué hacemos con las personas monstruosas a las que queremos? [...] Hablamos de un problema mayor: (d)el problema del amor humano. La pregunta de qué hacemos con el arte es una especie de experimento o de ensayo general del problema real, de la verdadera pregunta, la de cómo es querer a alguien terrible.
 
El amor no depende del criterio, sino de la decisión de dejar el criterio de lado. El amor es anarquía.
El amor es caos. No queremos a quien lo merece; queremos a seres humanos defectuosos e imperfectos, en una lógica emocional que pertenece a un sistema meteorológico completamente distinto al clima helado de la razón.
 
 
Intentamos promulgar una moralidad utilizando nuestro sentido crítico al comprar cosas, pero nuestro sentido crítico no nos hace mejores consumidores, solo hace que estemos más atrapados en el espectáculo, porque creemos ejercer algún control sobre él. ¿Y si en lugar de eso aceptáramos la falsedad del espectáculo entero? 
 
Todo buen artista sabe que las mejores obras requieren despojarse en cierta medida del yo. Exigen que vayas, eches un vistazo a tu alrededor, traigas de vuelta algo que quizá incomode a los demás, y lo escribas. […] Porque el gran escritor sabe que los sentimientos más terribles no tienen nada de excepcionales. El gran escritor sabe que incluso los pensamientos más oscuros son banales. 

'Monstruos', Claire Dederer. Trad. Ana Camallonga. Península, 2023. 300 páginas.

14 de mayo de 2024

Para muy cafeteros, Joe (1)

Necesito iniciar una correspondencia urgentemente, volver a lo de antes, incluso aunque no fuera mío. ¿Qué te parece? Una especie de termómetro que podemos intercambiar. Creo que estos días nos traen una tregua con el calor, menudo aviso, ayer ya con sandalias.

8 de mayo de 2024

7 de mayo de 2024

Mi libro madre, mi libro monstruo. Kate Zambreno

Mi madre se levantaba a las cinco de la mañana para empezar con las tareas del hogar. Y también, creo, para estar sola.

En "Book of Mutter" como se titula originalmente y que hace referencia a un juego de palabras entre madre-balbuceo-murmullo, Kate Zambreno busca a su madre. Busca a su madre, la quiere, la odia, ahonda en el misterio de su madre como madre, mujer, esposa, persona pero sobre todo hace un trabajo de arqueología de sentimientos, de recuerdos y pistas sobre su madre ("el teatro abandonado de mi mente"). Esto lo acompaña de un "rastreo de conexiones" con referencias cinematográficas ("necesito películas para completar su trasfondo"), artísticas y literarias ("ese excarbar entre escombros que es la lectura") haciendo asociaciones libres con su propia historia. El libro, porque no es una novela o memorias ("Intenté hacer de su madre. Intenté hacer de su madre cuando ella no hacía de madre.") o ensayo o poesía, a fragmentos y pinceladas ya es dura, se nota en sus propias dudas sobre esta investigación o las paradas y vueltas al texto. Me ha parecido muy creativo la forma de intentar contener, fracasando constantemente (como un murmullo o un balbuceo) en cada página pero con éxito entre tapa y tapa.

En el bolso:
un clínex usado
una muestra de crema de manos
una cartera sin dinero
hebras de tabaco marrón en el fondo
ningún espejo

--------

Si escribir es un modo de coleccionar, incluso de acumular recuerdos, ¿qué quiere decir entonces desear renegar de ellos al mismo tiempo?


'Mi libro madre, mi libro monstruo', Kate Zambreno. Trad. Carlos Bueno y Violeta Gil. La Uña Rota, 2022. 222 páginas.

29 de abril de 2024

El sótano. Begoña Huertas.

A veces uno no sabe qué quiere. Por suerte, es mucho más fácil saber lo que no se quiere y entonces se avanza, inevitablemente, aunque sea a ciegas. No ir por ciertos caminos te lleva sin darte cuenta a crear uno propio. En otras ocasiones ni siquiera eso se sabe. Yo no llegué a ese lugar después de duras negociaciones conmigo misma ni tampoco impelida por un deseo irrefrenable. No lo hice para lograr ningún fin determinado.

La protagonista, enferma, en una clínica de lujo rodeada de un ambiente que no es el suyo pero desde el que recuerda. Al principio tengo que decir que tuve mis reticencias con la manera en que describía, pero el siguiente plano reflexivo me atrapó. En la ensalada Huertas tenemos enfermedad, muerte, el cuerpo, el conformismo, la libertad y detrás de todo una cicatriz. Me ha caído bien la protagonista, su conformismo, sus dudas, su parálisis corpórea pero activa mentalmente, que de alguna manera hace de albacea de Begoña ya que es una novela póstuma. No pasa gran cosa, pero pasa de todo, acompañado al final de la novela que no escribió en forma de enigmáticos collages. Encontrar en la estantería de Novela Filosófica.

Con el tiempo he llegado a la conclusión de que dos cosas merecen la pena en este mundo: el impulso creativo y el amor, si es que no son la misma. Modelar, inventar, llevar a cabo un plan, esa intencionalidad de crear. Ambas requieren una fuerza que no procede de la voluntad, una fuerza que no se construye con empeño intelectual porque es algo material, que sale del cuerpo, que se produce en el cuerpo. Será el aire oxigenando las células, los fotones atravesando la piel, el empuje de los músculos, yo qué sé.

'El sótano', Begoña Huertas. 160 páginas. Anagrama, 2023.

Señales que precederán al fin del mundo. Yuri Herrera.

Más allá de la simbología que pueda tener esta obra fuera de su aparente simplicidad en el argumento, su manera de escribir, extra palabros y jerga, me ha recordado algo a McCarthy. Makina es una chica que busca a su hermano y entretanto, en estos nueve capítulos, como niveles, van pasando cosas. YH escribe poesía, y aunque el significado de muchas palabras se me escapa y no puedes parar a buscarlo, te llega un no sé qué espartano, duro y profundo sobre la inmigración y un submundo de crudeza. Toda una experiencia donde la forma lo es todo, porque ¿no es esta historia una y otra vez? Sin la forma ¿qué nos queda?


Nosotros los oscuros, los chaparros, los grasientos, los mustios, los obesos, los anémicos. Nosotros, los bárbaros.

'Señales que precederán al fin del mundo', Yuri Herrera. 128 páginas. Periférica, 2010.

Relatos. Deborah Eisenberg

Que no hayan traducido, hasta ahora, a Deborah Eisenberg ni sus cuentos es uno de esos fenómenos inexplicables con la fiebre de publicación de trillones de títulos redundantes y olvidables. Las historias de Deborah Eisenberg, [notar que es una The Very Best Of Vol.1 de Chai](que hace gala del tiempo que se toma para escribirlas, tal vez una al año, desde que empezó a escribir, cuando dejó de fumar cuando descubrió que su no-marido tenía asma) no tienen clímax, van de un lado para otro empezando desde la mitad de algo, te falta esa sensación redondeada que buscan los cuentos clásicos o de taller literario y tienen una extraña capacidad para hacer tangible lo intangible, para visibilizar como si fuera el humo que hace visible un rayo láser. Todo lo que contienen aún así es paradójicamente invisible, detrás del ruido de lo que dicen sus personajes hay una complejidad que te muestra a través de esas pistas de lo intangible. Las he disfrutado un montón, con titulazos: 'Transacciones en una moneda extranjera', 'Bajo la 82da división aerotransportada', 'La chica que dejó un calcetín tirado en el suelo', 'Otro Otto, un Otto mejor'. Por suerte aún queda otro volumen, 'La venganza de los dinosaurios'.

Caitlin tal vez dispuso de demasiado tiempo para ver el truco: esa especie de ilusión óptica que, en total, había tardado veinte años en completarse.

'Relatos', Deborah Eisenberg. Trad. Federico Falco. 236 páginas. Chai Editora, 2022.

21 de abril de 2024

Les chambres rouges. Pascal Plante. 2023.

 





La he visto en dos partes. La primera con el poke de salmón de Mercadona. El pequeño ha decidido terminar su siesta y aunque he intentado dormirlo sin éxito, he decidido seguir de noche. Ahora mientras duerme ha terminado la película. Todo apagado excepto la pantalla del móvil (la ve visto en la tele).  No me puedo mover del sofá. Uff. Cena ramen de sobre con un poco de acelgas flotando. Vaya tela. Sí es hermana de Demonlover. Voy a leer reseñas y reseñas de esta peli. Shock.

17 de abril de 2024

No llegamos a final de mes

Ahí va delante de mí
abriendo pestañas.
Se asoma a los libros que no puedo comprar.
A veces es una coca-cola redbull
o una hamburguesa de
ahora, uno treinta.
Es dejar de estar al sol,
entrar en un sitio y sacar la tarjeta
para quitar ese sabor que tiene tu boca.
Luego aún sobra y lo tiras
a la papelera cercana
que aguanta estoica y agradecida.
El libro se queda sin leer
hasta un cambio de dueño
y andas empachado
con un bocado de nada.

16 de abril de 2024

Bocado de nada

Ahí van por delante de mí
abriendo pestañas
se asoma en libros que no
me caben en casa.
A veces es una coca-cola
o una hamburguesa de
ahora 1,30 (uno treinta)
El dejar de estar al sol
y sacar una tarjeta
quitándote el sabor de boca,
la tuya.
Luego algunos restos
van a una papelera cercana
que aguanta estoica
y el libro queda años sin
leer hasta un cambio de dueño.
Andas con algo menos,
ligero y empachado
con un bocado de nada.

15 de abril de 2024

8 de abril de 2024

Lumbago + Ciática

Tienes un ataque de lumbago + ciática. Repta. Apóyate en las rodillas. Date tiempo para avanzar.

Toma algo dulce para el mareo.

Ve a urgencias, que te pinchen algo. Diazepam. Enantium. Urbason.

Si entras haciendo el cangrejo (no podrías entrar de otra manera) te darán una silla de ruedas.

Las placas de la espalda las puedes hacer de pie.

No te vayas sin recetas. Robaxisal. Yurelax. Enantium. Ibuprofeno. Diazepam. Nolotil. Corticoides.

Ten paciencia. Ponte calor 3 veces al día pero no más de 20 minutos.

Duerme boca arriba con un cojín bajo las rodillas-pantorillas o en posición fetal. 

Intenta estirar, hacer ejercicios mientras esperas a tu fisio, osteópata que te coloque en el sitio.

Pasea con orgullo tu condición de reptil. Lleva gafas polarizadas. Súmate 50 años.

Escucha techno mientras avanzas con lentitud. Nota el sol en la cara.

13 de marzo de 2024

Pollo entero a la Crock-pot

Estamos cerca de la perfección con el pollo entero en la olla de cocción lenta.

Ingredientes
- Un pollo entero
- Romero
- 2 limones
- 1 cebolla
- 1 cabeza de ajos

Pasos

- Parte un limón y una cebolla en rodajas y cubre el fondo de la olla con las rodajas y algo de aceite.
- Barniza el pollo con una mezcla de limón, aceite, sal y pimienta (por dentro también).
- Colócalo en la olla, añade algunas ramas de romero y unacabeza de ajos por la mitad.
- Ponlo 5 horas en baja temperatura. Cuando termine, pinta un poco de miel en la parte superior del pollo y colócalo en el horno al grill 5 minutos.
- Puedes servirlo con arroz, patatas o puré de patata.

Comentarios

Sale bastante salsa.

pd 20240314







- Una lata de cerveza sin alcohol ha explotado en el congelador.
- Siguen las obras de las nuevas aceras.

Marcas

No me importa,
es más ______,
las manchas de café
sobre el escritorio.
Eso son las marcas en los libros.
Hemos pasado
por sus páginas,
estado ahí.

12 de marzo de 2024

Gafas de filtro azul

Llegan las gafas
con filtro azul.
Empiezo una reunión
con ellas puestas
mientras leo
que está demostrado
no sirven para nada.
Termino la singular
charla en la que llevaba gafas
y las guardo en el cajón.

Ya está

Llora, llora
reclamando sus derechos,
indignado.
Te acercas y
haces un gruñido
fingiendo un gran esfuerzo
para levantarlo
lleno de leche en su pequeñez
y lo pegas al pecho
notando lo cálido de sus
cuatro meses.
Se calla y mira
con los ojos abiertos.
Ya está.

8 de marzo de 2024

Miguel, mi peluquero

Me llevaban a la misma peluquería que iban mi abuela, mi bisabuela, su hermana, mi madre y mis hermanas. La peluquería olía a un champú inconfundible. Sonaba a secadoras y a música. Había fotos de gente rara con peinados raros que miraba muy seriamente, había cachibaches en repisas, cajones. Todos los peluqueros tenían buenos peinados y vestían de negro. Cuando mi abuela estaba al fondo y coincidíamos, me daba vergüenza atravesar todo el local para saludarla y allí estaba tan contenta. Esa era su verdadera iglesia. Las peluqueras me hablaban y referían mi parecido o lo mayor que me hacía. Yo no sabía quiénes eran y sonreía. Recuerdo que había una trona con un volante para distraer a los niños del corte del peluquero. Esperar a que me asignaran a un peluquero era incómodo. ¿Quién te lo corta? Con el tiempo llegó Miguel y se convirtió en mi respuesta segura y tranquila a esa pregunta. Miguel me contaba y preguntaba cosas. No había silencios raros donde los peluqueros optaban por hablar con señoras a metros de distancia que leían revistas con aliens en la cabeza. Miguel me había visto saltar las escaleras de acceso al metro mientras corría para no perderlo, decía que me agarraba a la barandilla y saltaba muchos escalones de una vez. Un día después de cortarme el pelo me ofreció colocarme un poco de wet, que no era gomina ni nada de eso. Otro día al entrar me preguntaron ¿quién te lo corta? Y a mi respuesta me dijeron: ya no está. Así, sin ninguna explicación. Quise preguntar. Pero no supe. Por un lado parecía una falta de lealtad hacia la peluquería, pero qué más me daba, ¿dónde estaba Miguel?

5 de marzo de 2024

Las abejas y lo invisible, Clemens J. Setz

Un ser humano que se dispone a hablar tiene algo de mágico'. Ojo con este ensayo inclasificable sobre poesías, idiomas inventados y marginales. El volapuk, bliss, klingon, el esperanto. Lo primero que te contagia Setz es la pasión por el lenguaje. En mi caso, más allá de los libros en particular, me viene después de haber visto la película de Arrival (Denis Villeneuve. 2023) y luego caer sobre un ‘Lingüística para todos’ (R. L. Trask y Bill Mayblin) mal editado pero que parecían migas de pan que te indican el camino. Más allá de mostrarte los recovecos y anécdotas fascinantes, ‘Las abejas y lo invisible’ te mete la belleza de la poesía en vena, no importa el lenguaje en que venga envuelta, una búsqueda de la belleza en los porqués. Cuando David Foster Wallace habla de dos peces que se preguntan cómo esta el agua, el agua sería el lenguaje en el que estamos inmersos apenas sin darnos cuenta, pues bien, Setz clava ahí su bandera, en esos lugares comunes invisibles. Y claro, mientras tanto nuestro pequeño cachorro humano hablaba su propio lenguaje en casa, que cree parecido al nuestro y no hace sino afianzar las observaciones de Setz y esa necesidad tan variada de comunicarse, aunque muchas veces solo sea (y por ello no insuficiente) consigo mismo. Es verdad que lo que al principio parece un ensayo formal después va tomando forma de investigación de la era de internet, entremezclándolo con diarios y observaciones cotidianas y enlaces de YouTube. Y eso hace a Setz alguien más bien parecido a un amigo que una voz desde el cielo. 

 ‘Las abejas y lo invisible’, Clemens J. Setz. H&O Editores, 2023. Trad. José Aníbal Campos. 447 pág.

Sigo sin saber de ti. Peter Orner.

A ver, el hecho de ir como in grupie a que te firmen un libro es algo completamente nuevo y noqueante para mí. Después de ¿Hay alguien ahí?, tratado de vivir para leer y leer para vivir Chai trae (sospechando de indirectas la traducción de los cuentos de Orner) la segunda parte, que no parece tanto una segunda parte, ya que parece que Orner se baja del presbiterio y simplemente prosigue en el formato de fichas-memoria-me-acuerdo, hablando de su vida y no siempre incluyendo una referencia literaria que acompañe a su texto. Lo cual está bien aunque suene a segunda temporada. Pero quizá por eso, aunque no suene tan rotundo como ¿Hay alguien ahí?, tan cincelable, sigue siendo un amigo sincero que viene a revelarnos sus pensamientos, en la duda, reflexión o especulación sobre el pasado y que a veces vienen acompañadas de los personajes o los escritores que le han marcado. 'Como muchos de mis cuentos, mis no-cuentos, no hay movimiento, no hay desenlace' . Peter Orner sigue mucho esa dualidad del baile entre dos textos paralelos que se van entrelazando con un resultado sorprendente y me parece un maestro en ello. Sigue sacándome una sonrisa con sus anécdotas, y también sus curiosidades de entre los libros. Pero vamos, que lo seguiremos leyendo con esa sensación de que se sienta cada tarde a contarte alguna tontería que durante un momento parece muy importante y termina siendo muy importante para siempre.

No tengo ninguna prueba de esto, pero estoy seguro de que Ma-yer escribía con una mano y con la otra sostenía el libro infantil de Bready Bear. Estoy seguro de que el cuaderno estaba abierto en la cocina mientras tiraba los espaguetis en agua hirviendo al colador. Que mientras el agua se escurría escribió dos o tres líneas. O mientras cortaba verduras. O mientras disfrutaba un polvo breve justo después de que las niñas finalmente se durmieran.

 Sigo sin saber de ti’, Peter Orner. Trad. Damián Tullio. Chai Editora, 2023.

 

Las pequeñas virtudes. Natalia Ginzburg.

Segundo libro que leo de Ginzburg, dando círculos concéntricos alrededor de su ‘Léxico Familiar’. Lo que me gusta de esta escritora es sus frases sin pretensiones que cuando te das cuenta han conseguido algo y notas que ese algo, es la verdad. Los primeros ensayo-relatos parecen más localizados autobiográficamente y los segundos son más temáticos pero también narrados desde la intimidad. Lo que cuenta no se sale de la norma, no impresiona, no innova, pero es real, es una persona como tú, que te da acceso a sus pensamientos pero que los comparte con naturalidad. Cuenta con sentido del humor de gran humanidad (p.e., en ‘Los Zapatos Rojos’: Mi madre me cuidará, me impedirá usar alfileres en vez de botones y escribir hasta las tantas de la noche. Y yo, a mi vez, cuidaré a mis hijos, venciendo la tentación de mandarlo todo a freír espárragos.). Por fin llegan los platos fuertes que más me han conquistado (aunque equivaldrían a una sencilla tortilla francesa espectacular sin reinvenciones como digo): Mi Oficio. Donde habla de cómo se puso a escribir. Ahora que no tengo tanto tiempo para leer o escribir (y es solo el principio) me llega este párrafo, que (!) se adelanta a todo:


Y, luego, me nacieron hijos, y, al principio, cuando eran muy pequeños, no lograba comprender cómo se podía hacer para escribir teniendo hijos. No comprendía cómo podría separarme de ellos para seguir a un personaje dentro de un cuento. Había empezado a despreciar mi oficio. De vez en cuando sentía una desesperada nostalgia de él, me sentía exiliada, pero me esforzaba por despreciarlo y ridiculizarlo para ocuparme sólo de los niños.

Creía que era esto lo que debía hacer. Me preocupaba de la papilla de arroz, de la papilla de cebada, de si había o no había sol, de si hacía o no hacía viento para llevar a los niños de paseo. Los niños me parecían demasiado importantes para que una se pudiera perder detrás de estúpidas historias, de estúpidos personajes embalsamados. Pero sentía una feroz nostalgia y algunas veces, de noche, casi lloraba recordando lo bonito que era mi oficio. Pensaba que volvería a él algún día, pero no sabía cuándo; pensaba que tendría que esperar a que mis hijos llegaran a hombres y se separaran de mí. Porque el que tenía entonces por mis hijos era un sentimiento que aún no había aprendido a dominar. Pero luego lo aprendí poco a poco. Y no tardé tanto como creía. Todavía preparaba el zumo de tomate y la sémola, pero mientras pensaba en las cosas que iba a escribir.


En las relaciones humanas seguimos a un alter ego plural en el paradigma entre los ‘populares’ y la verdadera amistad, donde me lo he pasado muy bien:


¿Cómo nos ha tocado semejante felicidad? ¿Cómo hemos conquistado a este compañero tan soberbio con todos, tan difícil de llegar a él? Ahora se mueve entre las paredes de nuestro cuarto derramando junto a nosotros su cabellera leonada, tendiendo ante los conocidos objetos de nuestro cuarto su perfil afilado, sembrado de pecas rosadas; y a nosotros nos parece que un raro animal de los trópicos, milagrosamente domesticado, ha venido a nuestro cuarto. Se pasea por nuestro cuarto, pregunta la procedencia de los objetos, nos pide prestado algún libro, merienda con nosotros, escupe con nosotros los huesos de las ciruelas desde la terraza.


Y así con otros ensayos como el que da el título al libro. Qué bien me caes Natalia. Seguiremos con Léxico Familiar, Todos Nuestros Ayeres y Querido Miguel.

 ‘Las pequeñas virtudes’, Natalia Ginzburg. Trad. Celia Filipetto. Acantilado, 2022.

22 de febrero de 2024

Keske

Keske, como llamaban a Keisuke, fumaba tres cigarros al día y eso le convertía en un estandarte zen y estóico de pocas palabras. Llevaba la cabeza rapada, era alto y chupado y fumaba como si bebiera un botellín a sorbitos por aburrimiento, pero ese era uno de los tres cigarros del día. Revoloteábamos a su alrededor con preguntas y cuando respondía mirábamos al horizonte o al suelo intentando formular la siguiente pregunta. Aprendió en unos días a decir joder y también a adoptar un tono de queja de cuando un martillo te golpea en el dedo: jodeeer. Escuchaba atentamente y para nosotros era como un marciano sabio pero a la vez ignorante de todo lo que sabíamos nosotros. Apenas recuerdo nada de lo que le preguntámos sobre Japón. 

-- ¿Y si un yakuza te enseña sus tatuajes tú qué haces?*
-- ...
-- ¿Qué haces?
-- Ooooh --dijo Keske para decir que exclamaría de esta forma.
 
En nuestro mundo homogéneo representaba el Factor Exótico. Recuerdo que le preguntabas si prefería A o B y siempre respondía me da igual. Nunca me pregunté sobre la presencia de Keisuke esos días con nosotros, parecía que tenía veinte años pero ahora me inclino por que tenía cuarenta. Con el tiempo, se convirtió en sacerdote y no sabemos si eso cambió su actitud frente a los tatuajes de los yakuza.

* Pregunta hecha por un chaval cuyos debates hace poco estaban centrados en si gana un tigre o un cocodrilo.

Cálculos de sueño

Yo prefiero no soñar
porque hay que dormir
y no me gusta despertar
dijo la niña

La madre apretaba las
manos derecha e izquierda
y tiraba de ellas.

'Bueno'
podría haber dicho
o tal vez un inaudible 'hum'.
No dijo nada.

Pero en su cabeza
hacía cálculos:
las duchas, los deberes,
la hora de acostarse
y soñar.

21 de febrero de 2024

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La Capa Resinosa de Significado (CRS)
He visto el corto de 'La loca y el feminista' (Sandra Gallego) y me he alegrado mucho de, por lo menos, no ir diciendo por ahí que soy feminista. Nos pasamos la vida creyendo que somos o significamos cosas que ni somos ni significamos. Existen los símbolos y la poesía pero no son herramientas con las que construyamos esos significados. Es una capa resinosa que recubre lo que somos en realidad, que somos algo, existimos, pero esa película nos convierte en nada, está escrita en un lenguaje que solo hablan esas capas y que no significa nada. Palabras en la arena o como lo quieras llamar.

¿Y si simplemente estamos cansados de tanto estímulo y en realidad no sentimos nada por el plano real y todo es ruido generado por la sobreexposición a contenido generado a través de internet cuyas reacciones están puestas en cola en una cadena infinita de semillas por explotar que nunca explotan porque cada día que pasa sobrevienen otras miles más?*, **

Cada vez menos cosas
Llevo unos días dándole vueltas a que cada vez hacemos menos cosas. O a lo mejor las cosas que hacemos en realidad son más invisibles que nunca, dando pie al pensamiento de que no hacemos nada. En el mundo de hoy, no hacer nada es no ser nada, lo cual entra en grave conflicto con la constante y agotadora búsqueda de sé tu mismo, sé original, busca una cocina que combine con tu personalidad. Tal búsqueda es agotadora y paradógicamente te aleja de la búsqueda real de ti mismo***.


* Añade el punto en que la belleza de una puesta de sol es belleza en sí misma o una belleza cultural por acumulación de referencias románticas cinematográficas sobre puestas de sol. ¿La literatura se parece a la vida o la vida al arte?

** Tienes un cajón de tenedores con tantos tenedores que cuando necesitas uno, vas y lo abres y la sensación de sobreabundancia es tal que te impide escoger uno de ellos. Mientras la cena se enfría.

*** Metáfora redundante VII: es como cuando buscas agua, no tienes que buscarla, tienes que cavar, buscar agua va a alejar completamente todas las posibilidades de agua real, aunque la siempre excitante posibilidad de encontrar una fuente a la vuelta de la esquina parezca un planteamiento atractivo.

20 de febrero de 2024

Nimic. Yorgos Lanthimos.

Vaya doppelganger romántico. ¡Vuelve Lanthimos! [voz imperativa suplicante]

Dirección y guión: Yorgos Lanthimos.
Con: Matt Dillon, Daphné Patakia, Susan Elle, Sara Lee
2019
12 min

 




5 de febrero de 2024

Alice Munro (Listas)

Una de las escritoras de las que quiero leer todo es Alice Munro. Siempre que repaso lo que tengo pendiente de ella ando liado con los títulos y quiero dejar constancia para no tener que volver a hacer el trabajo.

Leídos

    1994: Secretos a voces (Open Secrets)
    2001: Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (Hateship, Friendship, Courtship, Loveship, Marriage)
    2004: Escapada (Runaway)

Los tengo

    1986: El progreso del amor (The Progress of Love)
    1978: ¿Quién te crees que eres? (Who Do You Think You Are? o The Beggar Maid)
    1982: Las lunas de Júpiter (The Moons of Jupiter)

Siguientes

    1998: El amor de una mujer generosa (The Love of a Good Woman)
    1971: Las vidas de las mujeres (Lives of Girls and Women)
    1990: Amistad de juventud (Friend of My Youth)

Restantes

    2006: La vista desde Castle Rock (The View from Castle Rock)
    2009: Demasiada felicidad (Too Much Happiness)
    2012: Mi vida querida (Dear Life)

25 de enero de 2024

Las zonas comunes

¡Qué bonita
ha quedado
la comunidad!
Y lo mejor
el portero ¿eh?
dice Manolo
con un cigarro.

La vida es otra cosa

El otro día cuando volví a Valencia eché en falta un grafiti. Era llegar y verlo de camino a casa. Por su autor, Escif, y por el contenido. A propósito de 'La vida es otra cosa' en la propia web de Escif, puede leerse:

En el tiempo y sin cuerpo, el móvil es hoy el reloj total de una sociedad que ve pasar imágenes, mensajes, mercancías -como segundos en un cronómetro digital- y en la que, por tanto, cada vez nos ocurren y cada vez hacemos menos cosas. En la que -en definitiva- cada vez podemos contar menos cosas a nuestros amigos: porque estamos todo el tiempo, fuera del cuerpo, intercambiándonos con ellos un whatsapp. Estamos todo el tiempo, fuera del cuerpo, esperando el próximo mensaje o el próximo producto de la marca Acme.

Santiago Alba Rico 


 Creo que lo han sustituido por un anuncio de Netflix.

22 de enero de 2024

Distancia de rescate. Samanta Schweblin

Se lee como in cuento largo, aunque podría ser una novela de intriga donde no sabes muy bien qué está pasando. Para mí, hay demasiado empeño en que no lo sepas, para generar esa sensación-Schweblin que se lee en sus primeros cuentos y con total maestría en los últimos. He disfrutado bastante pero al final me ha dado esa sensación de alargamiento sin fondo. Me queda por leer suyo: Kentukis!

Distancia de rescate. Samanta Schweblin. Literatura Random House, 2015.

12 de enero de 2024

Demonlover. Olivier Assayas

Qué terror pixelado.

Dirección y guión: Olivier Assayas
Con: Connie Nielsen, Charles Berling, Chloë Sevigny
2002
121 min

10 de enero de 2024

Nadie es más de aquí que tú. Miranda July.

Empezamos el año con los cuentos de Miranda July, que consigue llevarte a lugares excéntricos e incómodos de una manera entrañable. Tiene un sentido del humor absurdo que a veces te hace preguntarte hacia dónde vas aunque no sea siempre hacia un buen sitio. Algunos cuentos me han parecido delirios al tomar una senda argumental basada en alguna literalidad sintáctica. Otros me han parecido muy buenos:

  • El equipo de natación
  • Haciendo el amor en 2003
  • Mon Plaisir
  • El arte de contar historias a los niños

Tiene por ahí otro que se llama 'Te elige', a ver si lo encuentro por la biblioteca. ¡Feliz lectura!

Nadie es más de aquí que tú. Miranda July. Seix Barral, 2007.

4 de enero de 2024

El iceberg offline

Offline es el nuevo online, el online que vio crecer a internet. Nuestra deepweb personal está por debajo del nivel del mar. Lo silencioso no brilla.