26 de diciembre de 2022

3 1/2

Late night jazz
mientras biopsias.


No hay luz que
entre que no me
bañe en ti cada día.
"Nuestro amor
podría hacer una
nueva persona"
pienso mientras
B. duerme junto
a mí.


Definitivamente
no es suficiente:
ha pasado muy rápido.
Espera, dame cien
años, cien años
leyendo en la cama
como ayer y
apagando la luz.

25 de diciembre de 2022

Sigo sin entenderme con nadie

—Tampoco se ponga así, giraremos un par de calles y daremos la vuelta —dijo el taxista. 

Las mangas blancas y almidonadas de mi camisa asomaban apenas un centímetro por debajo del traje, estaban tan limpias como el agua de la piscina de la casa que teníamos en el campo. Los días de verano, nos bañábamos mientras esperábamos la comida. Padre llegaba y dejaba el maletín en la entrada.

—¿Os entran unas truchas a la brasa? —decía a nadie en particular.

Por aquella época yo estaba obsesionado con los dragones. Con el calor de julio, a veces imaginaba que podía echar fuego por la boca y que luego podía apagarlo lanzándome al agua. Padre nos hacía creer que los peces se pescaban en la piscina antes de que se hiciera de día ya que luego permanecían escondidos.
—Es igual, no importa, déjeme en el semáforo. —dije.

No recuerdo un agua más límpida que aquella piscina o unos cristales más transparentes que los ventanales de la casa de campo. Padre se arremangaba la camisa, también impecable y se ponía con las brasas. El agua estaba fría, yo echaba fuego por la boca y nadie me entendía y puedo explicar el porqué, fantasías de un niño, supongo. 

El taxista puso el intermitente y paró en el semáforo. Alargué el brazo, abrasado por el calor de julio y extendí un billete mientras echaba un vistazo al edificio que había frente a mí.
—Que tenga un buen día, no se preocupe.

El caso es que ahora ya no soy un dragón, pero sigo sin entenderme con nadie.

21 de diciembre de 2022

Secret Sunshine, Lee Chang-dong, 2007

Spoilers 
Shin-ae se muda con su hijo a un pueblo después de que su marido fallezca. Se mudan porque él siempre pensó que sería bueno para el niño crecer sobre, como él lo llamaba, 'suelo de verdad'. La mujer monta una academia de piano, mientras se acostumbra a cómo funciona el entorno. Kim está siempre pendiente de ella, hasta que un buen día ocurre una desgracia que acaba con todo y se hunde. Con el tiempo abraza la fe y agarra el bastón del pastor para creer y salir adelante. Se vuelve primera fila en la comunidad religiosa y un buen día decide ir a perdonar a quien la hizo desgraciada. En su entorno cristiano se admiran de lo osado del gesto, pero Shin-ae parece muy convencida. Cuando llega a la cárcel, a perdonar, se da cuenta de que llega tarde, Park, el culpable de su crisis, ya ha sido perdonado por Dios y se encuentra en paz, según le cuenta. Da las gracias porque ambos hayan encontrado el amor de Dios a través de la desgracia.
 

Después de ver Burning, Poetry, Peppermint Candy y Oasis de Lee Chang-dong —y muy obsesionado con 'Burning'— siempre salgo de sus películas intentando encajar algunas piezas. Cuando terminan, solo acaban de empezar en mi cabeza. Y ahora mismo no sé qué pensar de Secret Sunshine. ¿Shin-ae sólo se agarraba a la fe porque le hacía falta? Seguía un camino más allá de que calara hondamente, algo por lo que levantarse por las mañanas. Ella quería creer, podía gritar y liberar su dolor en una comunidad cálida. Igual que cuando muere su marido ella decide tomar las riendas e ir a Milyang, del mismo modo intenta tomar las riendas para perdonar a Park. Pero ni tampoco eso está en sus manos y de ahí la vuelta a la desesperación.
 
La escena del 'perdón' me deja perplejo igual que a Shin-ae. No se muestran sus dudas de fe hasta este momento donde se rompe en mil pedazos donde de repente nada tiene sentido. Jeon Do-yeon me parece que hace un papel espectacular, todo se soporta en su actuación. Más que una película sobre la religion, —que, recuerdo, no tiene el monopolio de la espiritualidad— es una película sobre el sistema de nuestras creencias —¿mentiras? ¿mentiras? ¿mentiras?— y cómo nos organizamos con ellas para sobrevivir. En fin estas son las primeras sensaciones, qué ganas de leer ideas por ahí, en esta —también cálida— comunidad.


Queda pendiente su primera película Green Fish, que sospecho que no tiene que ver con el LCD que conocemos. Y este año ha sacado un cortometraje, difícil de conseguir de momento.

Notas
Esta película la he visto en el clásico plan kebap para llevar en plato sin ensalada, con patatas fritas y Fanta de naranja. Sé que puede parecer poco acorde, pero en esta sala el maridaje ha sido perfecto. Esta película pertenece al ciclo de cine extremadamente urgente para 2023. El fotograma es una ampliación de una captura hecha con la cámara del teléfono.

19 de diciembre de 2022

escritura testaruda

Mi amigo Alber me propuso en julio de este año unirme a la iniciativa de escribir un texto (o relato, pensaba yo) semanalmente por el mero hecho de engordar una página que animaba, según decía Ray Bradbury, a escribir un cuento cada semana durante un año, con la premisa de que no podían haber cincuenta y dos cuentos malos seguidos. Ha sido una experiencia interesante y los que lo montaron, se han currado un buen trabajo y una comunidad muy acogedora.

Ahora, para el próximo año, me encuentro con un nudo de números, crecimiento y suscripciones. Entiendo que lo quieran hacer más grande y tal y cual pero para mí si no se puede seguir escribiendo sin tener que pagar (como mucho algo simbólico) como colaborador, aproveches o no otras ventajas, es una pena. Me gustaba la sensación de "hay unos tipos que escriben todas las semanas por el mero hecho de unirse en el reto". Ahora va a ser una academia con suscripciones, derechos, etc, en la que no me atrae tanto estar. 

He estado dándole vueltas al año que viene en Escritura Testaruda y he pensado que no encajo bien con el formato suscripción. He disfrutado muchísimo este medio año con esta sensación de club de gente que se compromete a escribir un texto cada semana por el mero hecho de hacerlo y compartirlo. Agradezco muchísimo a los Creadores todo el esfuerzo y cariño dedicado para hacerlo posible y sacarlo adelante, es un trabajazo.

221219

He estado leyendo antiguos post de bolmangani y me encuentro con que muchos, por no decir la mayoría de,  enlaces a otros blogs ya no funcionan o son blogs muertos o abandonados. Qué pena. Qué pena pero lo entiendo, aquí seguimos.

Panthers y Museo del Fuego, Jen Craig

La protagonista, que va caminando a entregar un manuscrito, recuerda y a su vez pone sobre la mesa sus pensamientos entorno a él. Aprovecha para hablar de las amistades, de la autenticidad, vivir de los pensamientos, la anorexia, no conocer a los demás ni a sí misma, arrepentimientos, la conversación con reglas, ser una escritora en ciernes, la envidia, las burlas, los libros, la motivación. Las frases de Jen Craig son laberínticas y llenas de sensaciones. Son como el análisis del movimiento de sí misma. La narradora confiable o no confiable, según se mire, te arrastra a lo más profundo donde se va clarificando el mensaje. El resultado es una revelación potente. Hacía tiempo que no me identificaba tanto con una novela, ha sido muy espectacular ir simplemente de la mano con Jen por la calle. 

No sé, por otro lado, todo esto no sean más que chorradas, pero el tamaño de este ejemplar, lo asible que es, las fotos que separan el campo, habitualmente plano, visual de las páginas y que sea editado y traducido por Pálido Fuego, es como un placer extra. Pálido fuego es un sello de confianza, traen mercancía variada, 'arriesgada' desde el punto de vista comercial. Y se agradece el esfuerzo.

El hecho de que PYMDF sea narrada por una cabeza actual hace que conecta más facilmente. Las comparaciones o hilos de relación son claros: la señora Dalloway. Las frases, que decía, caracoleantes, de Jen Craig en vaivén, van atinando poco a poco, a hurtadillas, tanteando en la oscuridad lo que en realidad quieren decir y así vas viajando junto a esas palabras que tantean, como dedos ciegos pero  activos, en busca del interruptor más cercano hasta hacer la luz.

Cuando llegué a la mitad del libro estaba en una cafetería, tomando un pincho. La gente parloteaba a mi alrededor. Estaba leyendo esa parte donde Jen se descubre como eterna escritora en ciernes. Dejé de leer, y miré a todas esas personas ajenas a la maravilla que estaba leyendo, y me sentí un afortunado. Esto es j2c6 y sólo hay 'merca' espectacular.

Jen Craig, 'Panthers y Museo del Fuego'. Pálido Fuego, 2022. Trad. Jose Luis Amores.


18 de diciembre de 2022

Lo que te contaba

Suena el chirrido de los carriles del metro, levanto la cabeza y vuelvo la mirada al libro que tengo entre las manos, el que estoy leyendo, el que me trae obsesionado desde hace algunos días, cuando he empezado a engancharme y siento que está directamente escrito para mí, relacionado conmigo. No es que me parezca bueno —no tengo ni la más remota idea de cuan bueno o malo me parece cualquier libro, no soy como esos que se llenan la boca con 'obra maestra' de todo lo que les gusta, que se suben al púlpito a separar el trigo de la paja—, es que cada una de esas frases caracoleantes van dirigidas a mí, cada una de esas frases es un avión con destino a un aeropuerto con mi nombre, el que me pusieron mis padres cuando nací. La gente se mueve, es una de esas paradas con intercambiador y los pasajeros son extras de una película de guerra buscando a sus hijos, su pasaporte, su maleta extraviada bajo un maremoto de personas corriendo en todas las direcciones, buscando el sentido de la vida. Pero de reojo observo que hay alguien que está quieto como yo, alguien inmune a los comportamientos cinematográficos en intercambiadores, alguien que está inclinado también. También parece igual de absorto como quien mira su teléfono con ese aspecto psicodélico de drogadicción que muchas veces, silenciosamente, está pidiendo ayuda para un programa de desintoxicación, para tener un padrino, un decálogo y una cita semanal con un grupo. Pero este personaje mira un libro muy parecido al mío. Levanto la cabeza de nuevo, ahora no me llama ningún sonido aéreo, y paso a mira lo que está leyendo directamente. La portada de su ejemplar, está celosamente protegida de las miradas indiscretas, está contra la pernera de sus vaqueros. Él levanta la cabeza también y me ve a mí, un ser casi volcado sobre su libro y por un momento parece que me lo va a ofrecer, como quien comparte unos Doritos o una calada de un cigarro en el descanso de un examen final. Pero entonces, le ocurre lo mismo, mira el ejemplar que estoy leyendo, extraño, difícil de conseguir, pero el mismo. Y ya entonces nos miramos y comprendemos que leemos la misma historia, la que me tiene atacado desde hace unas semanas, la que me impide dormir sin antes haberle dado vueltas y vueltas a los pormenores y consecuencias de las frases caracoleantes que te contaba.

16 de diciembre de 2022

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Siguen investigando la cura para el SIATNHN (Síndrome de Intentar Abarcar Todo y No Hacer Nada). Listas y listas. FOMO. Ansiedad. ¿Dónde está el Aquí y Ahora?

15 de diciembre de 2022

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«Llegado el momento entre elegir entre mi cuerpo como experiencia y mis pensamientos como experiencia tuve que elegir mis pensamientos.»

Jen Craig, 'Panthers y Museo del Fuego'. Pálido Fuego, 2022. Trad. Jose Luis Amores.

14 de diciembre de 2022

Malinche, un musical de Nacho Cano

Este musical show en realidad va de Hernán Cortés y no tanto acerca de Maliche. Resulta entre otras cosas (no he podido recoger algunas etiquetas a lo largo de tres horas con descanso que dura este espectacular show) chabacano, sexista, racista, supremacista y añadiré que se trata de una versión superdotada y hortera adoctrinante del anuncio de los Conguitos o de Cola-Cao.
 
Después de entrar y comer nachos y tacos en la espectacular cantina de neón, ver en la tienda la mercancía en forma de camisetas y dios sabe qué otros productos, saber de la existencia de un documental en Netflix, —con visibles intentos de juntar y abrazar dos culturas emparentadas de manera bochornosa y casi intercambiar JC por NC [1]— las referencias explícitas a los doce años que tardó Nacho Cano en hacer este musical y su aparición final para entre otras cosas, cantar una canción, ya sin taconeos, con él mismo frente al público, el profeta en persona "mexicano, americano y español", me siento machacado.

No sé, tengo la sensación de que sobre esa carpa de miles de toneladas (y dentro de esas toneladas podemos incluir un altísimo porcentaje de talento técnico que trae una escenificación gloriosa, actores/trices, bailaores, músicos, creativos, etc) flota una sensación de salvación, de que este show (insisto, porque sólo se puede calificar así, es algo que no cabe en palabras más largas) ha sido una obra benéfica (no exactamente, por el precio) que necesitábamos urgentemente, de que menos mal que ha venido Nacho para reconciliarnos con nuestro pasado. Y ¿sabes?: absolutamente no.
 

 [1]: No veía esos intentos de actualizar la sombra de Jesucristo desde la escena evangelizadora de la película 'Jobs' (2013) con Ashton Kutcher como un Steve Jobs bíblico descalzo sobre la hierba y las miradas esperanzadoras de sus seguidores ante la buena nueva de la gran manzana blanca.

13 de diciembre de 2022

Mujeres Solas, Takako Takahashi

El primer volumen que leo de Hermida Editores ha empezado muy fuerte. Me ha gustado mucho esta colección por lo ordinario mezclado con lo mágico y los descubrimientos de los protagonistas y cómo se entrelazan sutilmente entre ellos, dando lugar a una realidad viva cotidiana e inquietante.
  1. Mujer Solitaria: la tremenda conexión con un hecho puede hacerte descubrir que es posible que tú andes detrás del mismo, sintiéndote como un autor extraño.
  2. Augurio: los sueños mandan mensajes a tu vida consciente. Persigues su significado, te lleva a buscar respuestas a sugerencias ocultas en los sueños. Finalmente, decides bautizar a un ave con el nombre de tu problema, y a oscuramente, hacerla desaparecer. Un pequeño y maligno vudú.
  3. Fuegos Fatuos.
  4. Puente Colgante: Empezar a ser más consciente de algo que tienes cerca a partir de la aparición de un antiguoamor.
  5. Lazos Enigmáticos.

Mujeres Solas, Takako Takahashi. Traducción de Kaoru Togaki y Suso Mourelo. Hermida Editores, 2022.

12 de diciembre de 2022

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Me encantaría que la gente dejara de tener Twitter o Instagram para volver a tener un blog.

Mamma Mia, el musical

Esta semana ha sido larga en lo que a musicales se refiere. En el Teatro Rialto, en la Gran Vía está el musical de Mamma Mia. Nunca he sido fan de la película (Phyllida Lloyd, 2008) y así me pasa con este musical. Las canciones de ABBA son universales y te mueven a ritmo, pero aunque como show cuenta con una escenografía bien pagada, escuchar las letras traducidas a nuestra lengua hace que el mensaje frívolo, sexista y superficial llegue más directamente, lo cual lo convierte a ratos en un evento desagradable. No entiendo porqué Som Produce (dir. Juan Carlos Fisher) ha decidido traducir unas canciones que cualquier público deseoso de escuchar las conoce sobradamente. Eso sí, técnicamente, muy espectacular, pero no conecto nada con el argumento y los mensajes que llevan detrás. Dentro del mundo de los musicales, no soy el que más te va a animar para ir a verlos, lo siento.  

PD: Cartón pequeño de palomitas a 4€.

Aguarrás

No habiendo más tiempo, dejó de pronunciar. Quedó mudo. Cuando tenía quince años se enrolló con su profesora de pintura. En el aeropuerto una voz anunció la inminente salida de un vuelo. Max prestaba atención a la azafata al teléfono, el señor que llevaba la mascarilla colocada del revés, al sonido de un cochecito eléctrico y la culpabilidad apretándole ligeramente en la zona del hipotálamo. Debe de ser el disolvente lo que te había llevado al olor del aguarrás. Un empleado del aeropuerto empujaba su equipo de limpieza. Qué distintos eran su profesora y aquel empleado. Interceptó una conversación. Hablaban del final de una serie. El anochecer ya era distante, en la pista solo se veían pilotos luminosos y señalización reflectante.

11 de diciembre de 2022

Así sin más

Entra con la camiseta jirada y vestida sin nada más y dice:


—Perdona que no viniera la semana pasada, no tengo ninguna excusa, simplemente no vine. Cuando te dicen que no te bañas en el mismo río dos veces, a lo mejor se referían a distintos años. Esta habitación ya no es igual, pero yo soy la misma.

El edredón, desecho en la cama, se desplaza y deja aparecer una cara:

—¡Hola! ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? —dice.

—Sé que no vas a estar de acuerdo con lo que voy a decir…

El hombre que está en la cama se incorpora y muestra su torso:

—¡No! Ya me sé el rollo: «no eres tú soy yo». Pues corto yo antes, lo dejo, me voy. ¡Ja! ¿Qué me dices a eso?

Ella cambia el peso de una pierna a otra, se rasca el antebrazo y dice: 

Mudanza

Desde que nos hemos mudado me ha costado volver a la rutina pausada en la que a veces me da por pasarme por aquí y escribir algo. Estamos a gusto. Hay algo más de espacio y C. lo ha catalogado como una cabaña, un refugio. Los libros visten la casa y se encuentran bastante ordenados y ahora tenemos una pequeña habitación para trabajar.