8 de noviembre de 2010

Lista de Prohibiciones Asequibles

Supongo que a veces el dejar “todo” y volver a “lo de siempre” duele un poco en ese trozo de espíritu aventurero que tenemos todos, en el ansia de encontrar algo maravilloso. En ocasiones parece que es imposible encontrarlo en el tiempo real, en la vida ordinaria, en el_dichoso_horario. En la visión seca, parda y monótona de la rutina no se contempla la posibilidad de que el día a día sea otra hazaña, algo que deba ser recordado por el mundo o al menos por su único protagonista. Este es el motivo de que muchas caras tristes arrastren los pies de camino a la universidad, al trabajo, al colegio… Lo entiendo. A veces esto se traduce en música comprimida en los asesinos de conversaciones o incluso de disfrute (si se abusa de ellos): los auriculares. Llevar una vida paralela, literaria o novelista al leer también ayuda a evadirse de la realidad diaria. 

Sin embargo_se_propone algo nuevo, un secreto. A veces los secretos hacen una vida emocionante. Como dice Basil Hallward en el Retrato de Dorian Gray: _“Con el tiempo he llegado a amar el secreto. Parece ser lo único capaz de hacer misteriosa o maravillosa la vida moderna. Basta esconder la cosa más corriente para hacerla deliciosa”. La “__Lista de Prohibiciones Asequibles”._Si, esto es como su nombre indica prohibiciones-asequibles. Cuando digo prohibiciones me refiero a “prohibiciones” y también a circunstancias que definidas así por la costumbre o la casualidad, no son alteradas porque se han establecido así. Oficialmente no aparecen en acta, pero están ahí, como los ingredientes de un exquisito plato que pasan desapercibidos entre los sabores visibles. En el fondo son tonterías, que no conllevan nada, empiezan y acaban ahí. Aquí entra el ladrón, diríase que hablamos de arte, pequeños triunfos. No tiene que ser necesariamente algo vil, u objeto de necios. A veces es simplemente, esquivar las reglas, o incluso romperlas.  Disfruta de tu lista…

31 de octubre de 2010

Estrellas

La noche… Realmente la noche en la ciudad es algo grandioso, lleno de luz (al mismo tiempo), que arrebata la atención de nuestros sentidos, el frío, las luces, el tráfico… Un instante de una noche de luna llena que querría vivir todo el mundo. 

Fuera de la legión de edificios, “ambiente”, y ríos de personas, las estrellas reinan en el campo, una infinidad de pequeños focos que nos miran desde arriba. Vértigo, eso es lo que provoca ver la inmensidad del universo de semejante manera. En la quietud de la noche: la soledad, y el aparente desamparo caen en el olvido con su misteriosa contemplación, dejas de ser tú, para ser solo tus ojos, o incluso unas lágrimas huérfanas que escuchan  la calma de una noche estrellada. Entonces un escalofrío recorre tu cuerpo inmóvil, para despertarte.

23 de octubre de 2010

Subwoofer

Muchas veces, tenemos el material que necesitan nuestros oídos, y los mismos dispuestos al disfrute, pero en ocasiones no es suficiente. De vez en cuando conviene pararse, a preparar  la situación. Muchos acompañas el jazz, con un cigarrillo, mientras acarician un instrumento de cuerda entre las manos; otros escuchan a Mozart entre los bosques más espesos y entre la naturaleza exuberante del norte; otros los Nocturnos de Chopin entre velas y la oscuridad y melancolía de la noche; otros aprovechan la intensidad y la pequeña dimensión de un coche para concentrar toda la fuerza del rock entre las luces de la ciudad, y la velocidad de la máquina … En este artículo no me referiré a la situación exterior, al trato de la vista y el gusto simultáneo junto con el oído, sino únicamente el oído y quizás alguno más de los sentidos. Hoy en día la tecnología nos invade la rutina, dándonos la posibilidad de deleitar nuestro tímpano (ya no tan refinado por el caos de la vorágine)  en cualquier momento, y esto es maravilloso y odioso al mismo tiempo. Se puede despreciar el arte más sublime, y aborrecer la esencia delicada de un perfume indescriptible: nos acostumbramos a todo, especialmente si nos lo procuramos en grandes dosis egoístas: sin duda el objeto de nuestra satisfacción momentánea vale más. Aunque me aleje unos pasos del motivo de estas letras, creo que es muy importante no escuchar (aún teniendo la posibilidad ) esa pieza que apetece más en ese momento, la tecla que favorece tanto ese instante que si vibrara en nuestros oídos… ¡no!: Sería mucho mejor si apareciese de improviso, de repente como mágicamente, de ese modo toda la fuerza arrolladora del arte, desesperada por asolar todos tus sentidos hasta dejarlos aislados y conmovidos, te deja sin habla sorprendentemente. Escuchas con toda la atención, esa otra que aparece, y no aparenta ser tu preferida, pero te paras y la descubres y conoces, entonces todo es diferente y revelas su secreto…

La intensidad, esto es la calidad intensa: el directo. La mayoría de las veces no podemos acceder a la creación de la música en directo, pero un buen equipo soluciona en gran medida el problema común. El nivel, la medida, ha de ser así: que cuando escuches no seas capaz de predecir de donde viene el sonido sino que simplemente esté ahí, como la banda sonora de una película, que no sepas por dónde susurra el altavoz, que venga de lo más alto. El  subwoofer vibra, acompasando las ondas del gran imán, con los latidos del corazón, siendo en ese momento la música y tú la misma cosa. De alguna manera el tacto de la música. Que las notas inunden el todo, la realidad de esos doscientos setenta segundos.

29 de septiembre de 2010

"Acerca del delito..., y el asesinato y pensamiento de Raskólnikov" I Parte

Recientemente he realizado un pequeño estudio, dentro de la maravillosa obra de “Crimen y Castigo”. El hecho de que Dostoievsky exprimiera la psicología del protagonista, ha producido la fascinación que siento por Raskólnikov.

En primer lugar, los asesinatos propiamente dichos en la historia son diferentes, al de la novela, pero muy parecidos entre sí: en general todos favorecen a unas “necesidades” de los hombres: dinero, poder, fama, falsedad, envidia, odio, venganza, etc. Sin embargo el motivo de Raskólnikov no tiene nada de sencillo, podríamos estar hablando de una revolución, no es un mero acto por una razón primera, sino todo un profundo razonamiento aliñado con cierta locura y trastornos psicológicos… Viendo la complejidad del asunto, y tras haber disfrutado con su lectura, al mismo tiempo decidí excavar en “el asunto”, hasta tocar el lienzo, bañado por la pintura de la obra rusa, y al mismo tiempo universal.

Cuando uno emprende un camino, habitualmente es menester tener unos motivos (descontando el caso de elección del camino por puro capricho o azar). Al principio, especialmente en los revolucionarios, existe una teoría, aparentemente descabellada. Los grandes arriesgan su cordura por las grandes ideas.

Raskólnikov es un estudiante, inteligente, que aprende y contribuye a la apreciación universal, da clases a otros estudiantes, hace traducciones… en resumen piensa.

Las teorías siempre fueron algo muy útil, aunque solo sean para perder el tiempo, en efecto hacen pensar y dan personalidad a las manos que las escriben. “Acerca del delito” fue un artículo publicado en la “revista periódica”, la visión exterior del artículo deja ver una detallada descripción del estado psicológico del delincuente a lo largo de toda la comisión del delito, además de que siempre lleva emparejado una enfermedad. Sin embargo poco antes de concluir el texto aparece una idea.

Muchas personas han dividido el mundo en dos, diciendo algo así como: “en el mundo hay dos tipos de personas: las que están ahí, y las que quieren aparentar estar ahí” este sería un ejemplo. En el caso de Raskólnikov las divide en ordinarias, y extraordinarias, de las cuales las primeras deben vivir la obediencia y no tienen derecho a transgredir la ley, pues son ordinarias. En cambio las extraordinarias tienen derecho propio de saltar ciertos obstáculos (todo género de delitos y transgresiones de la ley) y aún eso tan solo en el caso de que así lo exige la realización de una idea suya en ocasiones salvadora de toda la humanidad. Es decir: tienen derecho en el caso de que su misión, o su aportación a la humanidad sea superior a estos medios, a cometer cualquier crimen para alcanzar el fin buscado. Una persona inteligente etiquetaría el caso del tipo “el fin justifica los medios”, pero no creo que la complejidad de el asunto nos remita realmente a esta famosa afirmación, por conclusión: “el fin no justifica los medios”.

Realmente existen personas, que su aportación es tal, que constituye un gran bien, y que en base a ese gran logro u aportación, se le olvidan sus faltas y oscuridades, por el bien realizado. Esto puede dar lugar a error, puede pensarse que cualquier artista, o personaje revolucionario puede permitirse el lujo de actuar por encima de la moral. Lo primero es que este aspecto se reduce solo a los más grandes, y con ello no me refiero a los más aclamados por un tiempo, sino a los universales, a los que han contribuido al desarrollo y elevación del hombre. Por otro lado una posición respecto a este aspecto es que una persona que compone la 9ª sinfonía, tal es la belleza de la obra, y tal el bien (equiparable a la belleza), que no puede ser malvada, es decir que sus faltas no serán de una “excesiva” gravedad, quizás solo su locura, o su estado irascible… el hombre y su naturaleza. Por tanto pienso que una gran aportación va acompañada de una gran humanidad, y bien, y belleza y no del crimen. Aunque esto no quiere decir que desprecie esas aportaciones del momento, de los no tan grandes pero que merecen respeto e incluso reconocimiento, no nos importan las altas montañas nevadas únicamente, sino también las verdes colinas panzudas y floridas.

A pesar de todo estas palabras son solo apreciaciones mías, Raskólnikov tiene un pensamiento un tanto más crudo. Antes de continuar debo puntualizar que estas sentencias, estás extraídas en su mayoría de una conversación entre: Raskólnikov, Razumijin, y Porfiri. Puesto que nuestro protagonista califica de un modo impreciso al ciudadano _extraordinario,_el talento de decir algo nuevo en su medio, entendemos que no desarrolló su teoría completamente antes de su famoso asesinato de la vieja usurera y de Aliona Ivanóvna.

Todos los rectores de la humanidad, todos sin excepción fueron delincuentes, aunque solo sea por el hecho de que, al promulgar una ley nueva, violaran la antigua venerada por la sociedad y legada por los padres, […] lo notable es que la mayor parte de estos bienhechores son los que más sangre han hecho correr. Los que son capaces de decir algo medianamente nuevo, han de ser delincuentes por naturaleza. De todos modos la masa casi nunca reconoce ese derecho, (de asesinar y cometer crímenes) y por eso los ejecuta y los ahorca. […] Los ordinarios: señores del presente. Los extraordinarios: son los señores del futuro.

En ocasiones algunos de la clase ordinaria se confunden y creen tener el derecho de eliminar todos los obstáculos. Esto ocurre con frecuencia y por tanto aparecen atrocidades sin sentido “justo” que no debieron cometerse. Aún así son muy pocos los que nacen con un atisbo de aptitud para decir algo nuevo. Estos son individuos con un ápice de espíritu de independencia.

Razumijin concreta de otro modo el pensamiento de Raskólnikov: admites la efusión de sangre dictada por la conciencia. Y dentro de la conciencia reluce otra cuestión, y es que  por el hecho de la grandeza de su misión no desaparecerá la culpa sobre su conciencia: al que la tenga, le tocará padecer al reconocer su error. Ese será su castigo, además de los trabajos forzados. Aquí puede verse reflejado el porqué del título del libro, pues cada crimen independientemente de su trascendencia conlleva un castigo. El sufrimiento y el dolor son siempre obligatorios para una mente amplia y un corazón profundo. Hablaremos más sobre este tema.

Conforme al estado de Raskólnikov no sabemos si se consideraba con seguridad un ser extraordinario pero añade yo no me tengo por un Mahoma o un Napoleón.

En esta primera parte del artículo hemos considerado la teoría reflejada en el artículo de Raskólnikov: el poder de las personas extraordinarias (que dan a conocer al mundo aspectos nuevos para su desarrollo, o aportaciones), es el derecho a delinquir si su misión se lo exige por el bien de todos. Cabe detallar que en mi opinión no creo que se deba considerar a tanta gente, sino como he nombrado antes “solo a los más grandes”, y además no solo en cuanto a cuestiones políticas (Napoleón) o científicas (Newton, Kepler) sino también en el arte o las humanidades, dos grandes aportaciones.

 

"Acerca del delito..., y el asesinato y pensamiento de Raskólnikov" I Parte

Recientemente he realizado un pequeño estudio, dentro de la maravillosa obra de “Crimen y Castigo”. El hecho de que Dostoievsky exprimiera la psicología del protagonista, ha producido la fascinación que siento por Raskólnikov.

En primer lugar, los asesinatos propiamente dichos en la historia son diferentes, al de la novela, pero muy parecidos entre sí: en general todos favorecen a unas “necesidades” de los hombres: dinero, poder, fama, falsedad, envidia, odio, venganza, etc. Sin embargo el motivo de Raskólnikov no tiene nada de sencillo, podríamos estar hablando de una revolución, no es un mero acto por una razón primera, sino todo un profundo razonamiento aliñado con cierta locura y trastornos psicológicos… Viendo la complejidad del asunto, y tras haber disfrutado con su lectura, al mismo tiempo decidí excavar en “el asunto”, hasta tocar el lienzo, bañado por la pintura de la obra rusa, y al mismo tiempo universal.

Cuando uno emprende un camino, habitualmente es menester tener unos motivos (descontando el caso de elección del camino por puro capricho o azar). Al principio, especialmente en los revolucionarios, existe una teoría, aparentemente descabellada. Los grandes arriesgan su cordura por las grandes ideas.

Raskólnikov es un estudiante, inteligente, que aprende y contribuye a la apreciación universal, da clases a otros estudiantes, hace traducciones… en resumen piensa.

Las teorías siempre fueron algo muy útil, aunque solo sean para perder el tiempo, en efecto hacen pensar y dan personalidad a las manos que las escriben. “Acerca del delito” fue un artículo publicado en la “revista periódica”, la visión exterior del artículo deja ver una detallada descripción del estado psicológico del delincuente a lo largo de toda la comisión del delito, además de que siempre lleva emparejado una enfermedad. Sin embargo poco antes de concluir el texto aparece una idea.

Muchas personas han dividido el mundo en dos, diciendo algo así como: “en el mundo hay dos tipos de personas: las que están ahí, y las que quieren aparentar estar ahí” este sería un ejemplo. En el caso de Raskólnikov las divide en ordinarias, y extraordinarias, de las cuales las primeras deben vivir la obediencia y no tienen derecho a transgredir la ley, pues son ordinarias. En cambio las extraordinarias tienen derecho propio de saltar ciertos obstáculos (todo género de delitos y transgresiones de la ley) y aún eso tan solo en el caso de que así lo exige la realización de una idea suya en ocasiones salvadora de toda la humanidad. Es decir: tienen derecho en el caso de que su misión, o su aportación a la humanidad sea superior a estos medios, a cometer cualquier crimen para alcanzar el fin buscado. Una persona inteligente etiquetaría el caso del tipo “el fin justifica los medios”, pero no creo que la complejidad de el asunto nos remita realmente a esta famosa afirmación, por conclusión: “el fin no justifica los medios”.

Realmente existen personas, que su aportación es tal, que constituye un gran bien, y que en base a ese gran logro u aportación, se le olvidan sus faltas y oscuridades, por el bien realizado. Esto puede dar lugar a error, puede pensarse que cualquier artista, o personaje revolucionario puede permitirse el lujo de actuar por encima de la moral. Lo primero es que este aspecto se reduce solo a los más grandes, y con ello no me refiero a los más aclamados por un tiempo, sino a los universales, a los que han contribuido al desarrollo y elevación del hombre. Por otro lado una posición respecto a este aspecto es que una persona que compone la 9ª sinfonía, tal es la belleza de la obra, y tal el bien (equiparable a la belleza), que no puede ser malvada, es decir que sus faltas no serán de una “excesiva” gravedad, quizás solo su locura, o su estado irascible… el hombre y su naturaleza. Por tanto pienso que una gran aportación va acompañada de una gran humanidad, y bien, y belleza y no del crimen. Aunque esto no quiere decir que desprecie esas aportaciones del momento, de los no tan grandes pero que merecen respeto e incluso reconocimiento, no nos importan las altas montañas nevadas únicamente, sino también las verdes colinas panzudas y floridas.

A pesar de todo estas palabras son solo apreciaciones mías, Raskólnikov tiene un pensamiento un tanto más crudo. Antes de continuar debo puntualizar que estas sentencias, estás extraídas en su mayoría de una conversación entre: Raskólnikov, Razumijin, y Porfiri. Puesto que nuestro protagonista califica de un modo impreciso al ciudadano _extraordinario,_el talento de decir algo nuevo en su medio, entendemos que no desarrolló su teoría completamente antes de su famoso asesinato de la vieja usurera y de Aliona Ivanóvna.

Todos los rectores de la humanidad, todos sin excepción fueron delincuentes, aunque solo sea por el hecho de que, al promulgar una ley nueva, violaran la antigua venerada por la sociedad y legada por los padres, […] lo notable es que la mayor parte de estos bienhechores son los que más sangre han hecho correr. Los que son capaces de decir algo medianamente nuevo, han de ser delincuentes por naturaleza. De todos modos la masa casi nunca reconoce ese derecho, (de asesinar y cometer crímenes) y por eso los ejecuta y los ahorca. […] Los ordinarios: señores del presente. Los extraordinarios: son los señores del futuro.

En ocasiones algunos de la clase ordinaria se confunden y creen tener el derecho de eliminar todos los obstáculos. Esto ocurre con frecuencia y por tanto aparecen atrocidades sin sentido “justo” que no debieron cometerse. Aún así son muy pocos los que nacen con un atisbo de aptitud para decir algo nuevo. Estos son individuos con un ápice de espíritu de independencia.

Razumijin concreta de otro modo el pensamiento de Raskólnikov: admites la efusión de sangre dictada por la conciencia. Y dentro de la conciencia reluce otra cuestión, y es que  por el hecho de la grandeza de su misión no desaparecerá la culpa sobre su conciencia: al que la tenga, le tocará padecer al reconocer su error. Ese será su castigo, además de los trabajos forzados. Aquí puede verse reflejado el porqué del título del libro, pues cada crimen independientemente de su trascendencia conlleva un castigo. El sufrimiento y el dolor son siempre obligatorios para una mente amplia y un corazón profundo. Hablaremos más sobre este tema.

Conforme al estado de Raskólnikov no sabemos si se consideraba con seguridad un ser extraordinario pero añade yo no me tengo por un Mahoma o un Napoleón.

En esta primera parte del artículo hemos considerado la teoría reflejada en el artículo de Raskólnikov: el poder de las personas extraordinarias (que dan a conocer al mundo aspectos nuevos para su desarrollo, o aportaciones), es el derecho a delinquir si su misión se lo exige por el bien de todos. Cabe detallar que en mi opinión no creo que se deba considerar a tanta gente, sino como he nombrado antes “solo a los más grandes”, y además no solo en cuanto a cuestiones políticas (Napoleón) o científicas (Newton, Kepler) sino también en el arte o las humanidades, dos grandes aportaciones.

13 de septiembre de 2010

Confit de Pétales de Violettes

 No soy un apasionado de la cocina, sin embargo en ocasiones sé apreciar los aromas propios de los jefes culinarios. En cierta ocasión, en un restaurante aterrizó frente a mi, un apetitoso plato de jugosos filetes (entrecot), acompañado con foie, y una especie de “mermelada de violetas”, similar a los populares caramelos de violetas. Cuál fue mi sorpresa al acompañar al tenedor de los tres elementos… una mezcla delicada a la vista, se deshizo sublime en la boca. Años después (no muchos, dos o tres), llegó un tarro con este titulo a la mesa de mi casa: “Confit  de Pétales de Violettes “. Al abrirlo recordé aquella terraza, con aquella “mermelada de violetas”. Al tener el recipiente en mi mano, tuve tiempo de estudiarlo básicamente, con la vista, el olfato y el gusto. Y he descubierto que esta delicada confitura, es oro entre foie y carne, pero al contrario que el metal precioso, y como las obras maestras, solo se permite gustar en pequeñas porciones, a veces casi inestimables -si el trozo es muy pequeño- pues sinó su exquisito sabor hace que el paladar lo aborrezca en grandes cantidades. Un sabor dulce y delicado, venido desde “la France” para disfrutarlo con poco.

4 de junio de 2010

Homer y yo

“Así son las cosas Fred”. Eso fue lo que dijo  mientras hacía sus sólidos aros de humo con la boca y tiraba la ceniza con indiferencia y gracia. Sus piernas enfundadas en sus vaqueros con el zapato apoyado en la pared, sostenían una sonrisa desafiante. Así fumaba Paul Lestrade en su última película. Cuando miré a Homer supe en qué estaban pensando sus grandes ojos castaños y sus trece años. Éramos imparables y creíamos que nos comíamos el mundo. Homer me aseguró que podía conseguir los cigarrillos, yo añadí que cogería cerillas de la cocina…

Se deslizó una leve sonrisa por mis labios al contemplar cómo Homer se colocaba el cigarrillo en la boca. Me miró como lo había hecho cientos de veces aquel verano y asintió como quién disfruta de un premio tras una larga carrera. Sacó una cerilla y la encendió. Las chispas que salían del fosforo se confundían con el atardecer anaranjado que despedía el día. Homer entrecerró los ojos aspirando el humo  mientras sujetaba el cigarrillo con los dos dedos con un aire de rebeldía; apoyó la suela de la zapatilla en la pared, y soltó un ensayado “Así son las cosas Fred”. Al expulsar el humo tosió sin remedio… Reí: era igual que Lestrade.

Por un momento pensé que no podría imitarlo como Homer. Extendió la mano y me ofreció el cigarrillo retándome. Lo cogí inseguro. Homer sonrió mientras bajaba la zapatilla de la pared, esperado a que comenzara mi actuación. La verdad es que temía lo que pudiera pasar. Miré a ambos lados y me decidí a acercarme el cigarrillo a la boca… Cuando tocó mis labios me derrumbé procurando no quemarme y cerré los ojos.  Homer asustado acudió rápidamente y me cogió de los hombros  tambaleándome: me gritaba. En unos segundos la desesperación llegó a mi amigo y agudizó el tono, suplicante. Me arrepentí y abrí los ojos de repente mientras me  oía decir un alegre: “Así son las cosas Fred”. Entonces eché a correr huyendo de una venganza amistosa, que me alcanzó en el río. Jadeantes nos sentamos en la hierba que bordeaba la ribera del río, y contemplamos el ocaso.  Homer y yo éramos amigos.

Museo de Bellas Artes San Pío V

Tras los exámenes decidimos ir a una galería de arte como es el Museo San Pío V, la segunda pinacoteca mas completa del país. Ya la habíamos visitado pero siempre conviene recoger nuevas reflexiones, pues entre arte no solo se habla de pintura acrílica… A pesar del objetivo de nuestra visita, el tema principal no fue Sorolla, ni Juan de Juanes… Se habló de no saturarse y de vez en cuando quemar el tiempo y deshacer las miradas en alguna obra para bañarte en la belleza del retrato y en el pensamiento del artista. Nos desolamos  ante un “Calvario” (sin Cruz), de un desconocido: los ojos de los vivos que aparecían en él, acariciados por el dolor y las lágrimas, enrojecían sus rostros por la angustia… Al salir de la galería, los rayos de un lejano atardecer escucharon nuestra conversación. Debíamos salvar el arte, entonces fue esconder algo de aquello que habíamos presenciado, para la eternidad. A veces estos rescates de arte son despreciados por quienes son destino de su revelación: como cuando te gusta la oscuridad y la sacas a la luz, pierde su encanto igual que el silencio cuando exclamas admiración por él. A lo mejor ciertos secretos solo deben ser revelados a los admiradores que saben realmente apreciar la recomendación de un amigo, loco tras una novela, una poesía o una canción.

CV y MG contemplando y reflexionando durante su estancia en el museo.

MG escuchando a Doriana.

CV absorbido por un retrato.

MG de nuevo ante un cuadro mundialmente conocido.

Mejoraremos la calidad fotográfica, hubo un problema técnico.

 

14 de mayo de 2010

Teoría de la Aportación II

La Teoría de La Aportación no es únicamente la aportación en sí, sino todo lo que esta conlleva. Esta segunda entrega de la Teoría, ha surgido como una necesidad para esclarecer los atolondrados pasos de un inexperto. Ciertamente hace unos días escribí un artículo, y me replanteé una tercera posibilidad en cuanto a los resultados de una “aportación artística” (aportar, dañar), y es que a pesar de que sobre el arte se ha dicho que no se necesitan pautas, creo que hay una regla no escrita que hay que conservar. Me explico: hay muchos métodos a la hora de la “creación”, en ocasiones especialmente en los casos de proyectos “culturales y comerciales” se aboga por el abuso del arte, de los sentimientos… para conseguir un efecto más rotundo sobre el resultado final, claro que esto puede llevarse a cabo de forma inconsciente, no solo intencionadamente. Y es que hay cuestiones que deben ser tratadas en un contexto, sino carecen de sentido e incluso de realidad, pues se describe una situación falsa. Cuando los supuestos artistas utilizan elementos que distorsionan, chirrían, o son ajenos al resto de la “creación” (en este caso un artículo) llega un momento en el que el Gran Lector levanta las cejas, y puede llegar a pensar: “qué falso”, “que atentado contra el arte”. Y tiene razón. Entonces ¿hasta que punto podemos llegar sin abusar del arte?. Supongo que hay un límite en el que a partir de ahí no es auténtico, y te dejas llevar por una belleza superficial falsa, que engaña a unos oídos necios. Al escribir el articulo esto fue lo que ocurrió, llegó a ser todo tan pegajoso… Pido perdón, por este abuso y aprendo: ser auténtico.

4 de mayo de 2010

El Palatino

Siempre se ha hablado de las contribuciones que ha hecho el hombre a la propia humanidad. Se ha admirado a personas por sus palabras, sus discursos, sus trazos, sus hallazgos… Pero creo que no es suficiente, hay determinadas personas cuya aportación a la humanidad es tal, que constituye un bien y no tan solo un mérito. Estos héroes del palatino de la humanidad, entrarán en el reino de los cielos directamente, por el gran bien que han hecho: exacto, pasaporte libre. ¿Entonces el arte, y el humanismo no son únicamente caprichos, o novedades agradables y bellas? Me temo que no. El arte es el lenguaje de la belleza y la belleza la letra “B” de bien. (Se nota que no soy ningún experto). El palatino estará lleno de pensadores, músicos, artistas… Se oirán los acordes más sublimes descubiertos por la humanidad, la luz allí será más intensa… Desgraciadamente,  han sido rechazados por la humanidad y apartados, no han sido comprendidos por los de su tiempo, la locura y una melancolía ambiciosa se apoderaron de ellos, haciéndolos aparentemente insensibles a lo exterior… En fin el arte no es el único tipo bien, pero si una parte importante… Saborea cada instante. El palatino…

30 de abril de 2010

Teoría de La Aportación I

Hoy hay un tema del que quiero comentar algo. Es mi blog donde escribo. Tengo que preguntarme porqué escribo: ¿lo hago para que me escuchen?, ¿o para ser escuchado? (no es lo mismo), todavía no lo tengo muy claro. Creo que si escribiera para mí sería absurdo, no tendría sentido. Sé que a lo largo de la historia, el mundo y las personas que viven en él han ido creando una especie de magia, que ha constituido una forma máxima de expresión: desde esas poesías que te meten en la sangre el amor y el olvido, hasta esas pinceladas que recuerdan al romper de las olas contra la tierra. Lo único que quiero es contribuir. Actualmente no espero una gran aportación, pero es como un “yo también”. Aún así el riesgo de abrir la boca demasiado está en el aire, solo tengo diecisiete años ¿que sabes tú? podrían decir. Puedo equivocarme y mucho, sin embargo todo el mundo es diferente y aunque solo sea la perspectiva del otro, supongo que ya aporta algo. Pero a pesar de todo (como rectifiqué), no todo vale, no todo es aportar, también se puede hacer daño, destruir con esa magia poderosa los corazones de los hombres…

17 de abril de 2010

El Vesubio de Pompeya.

El sol cubría todo: las flores, el rocío de la mañana,  las sonrisas de los inadvertidos,  la vida, la simplicidad de aquella ciudad que se levantaba para honrar a la humanidad.  Las mariposas dibujaban  lo sublime  entre los castaños, robles y alisos que rodeados de pétalos simulaban el Edén. “Bendita ignorancia” se dijo después. Dulces cantos sonaban en la rutina de aquel ángel sin alas, que  caminaba hacia la fuente. Un agudo murmullo, se clavó en el fondo de su alma, revelándose  el pánico todavía desconocido en su palpitar. Su visión era un espejismo, que la había apartado de la realidad: una gran nebulosa  quemaba todo lo que antes era precioso en aquella colina. Y es que estaba previsto: hasta La Casa del Fauno seria arrasada con todo su esplendor.  El hechizo la hipnotizó, no respondía. Quedó sumisa  en una pena terrible.  Intentó recordar la brevedad de sus días,  y pensó en los que llenaban su  corazón. La orquesta de tallos, y hierba que la rodeaba la acogió como a una hija. Finalmente lo asumió y contempló el destino con cierta admiración, vio como ardía el encanto de la vida. La sorpresa se había convertido en sentencia.  Su mirada se fijó en una sencilla margarita, que arrancó y observó con melancolía.  No  podía calmar el ardor de sus mejillas con el llanto. Mientras bajaba las escaleras delicadamente, la belleza se posó en sus ojos en forma de lágrimas de cristal, que no derramó, conservándolas como un juguete en manos de un niño, inocente víctima de la vida. Aquella pincelada de todo quedó grabada en piedra para la eternidad. Sería recordada por los herederos. El Vesubio de Pompeya.

15 de abril de 2010

Crimen y Castigo - Fiodor Dostoievski

Ciertamente creo que la literatura, que tanto ha enriquecido al mundo y hecho de  él un lugar maravilloso, debe  quemar más líneas de este pequeño blog. Nunca es tarde para leer clásicos, que se hacen universales. Después de todo aunque se traduzcan, son tan humanos que hablan una misteriosa lengua internacional, que hacen que andemos con el corazón en la mano, hacia donde en autor en cuestión nos quiera llevar. Por eso son elementos imprescindibles en la vida de cualquier admirador de la vida, y de la humanidad.

Crimen y Castigo. No soy un gran lector, por desgracia. Es la segunda vez que empiezo el libro, en esta ocasión en invierno, y hubo momentos duros en los que era difícil continuar, sin embargo fue genial . No es que os vaya a hacer un resumen del libro, pues pienso que es mejor leérselo. Raskólnikov es un ex-estudiante del que se hace un intenso análisis mental y psicológico a lo largo de toda la obra, en tal manera que puedes llegar a comprender, su situación. El libro es tremendamente sincero en sus sentencias extraídas de la atormentada conciencia de Rodia. A través de las  setecientas páginas, sientes una profunda depresión con origen en la oscuridad del fascinante protagonista, de modo que esta escrito de tal manera que es auténtico y fiel a la realidad, que da motivos para asustarse, y reflexionar sobre: la vida, la muerte, el crimen, el amor, el bien, el mal, la existencia… Una infinitud de cuestiones que empapan la vida cotidiana.  Realmente no tengo experiencia en esta clase de comentarios, pero la verdad es que no encuentro palabras para describir cómo me ha maravillado está novela del siglo XIX. Sencillamente al leerla he comprendido porqué es un clásico  este trozo de realidad: porque es algo que atañe a toda la humanidad, la vida de este Raskólnikov. El amor de Sonia, de Dunia; geniales los personajes de Razumijin, Marmeladov, Luzin… y sobretodo la magia de Dostoievski, que hace que la tinta haga fuegos artificiales.

12 de febrero de 2010

Time To Pretend - MGMT

 Este grupo triunfó en 2008, canciones con teclados y aires de rockeros. Este grupo lo tenia todo estilo, buenas letras, buenos compositores… La verdad es que su Oracular Spectacular ha quedado grabado en esta época, quizás es porque hacia tiempo que no se presentaba algo tan autentico y verdadero en los escenarios Indies de Nueva York… Vienen desde Brooklyn, y han cambiado la historia. La canción con la que los presento (Time To Pretend) fue su tema mas conocido, gracias a que llego a los nº1, aunque también destacan sus Weekend War, The Youth, Kids, y Electric Feel… Todo el disco está lleno de temazos, que no te puedes perder si eres de esos fans de Indie por un tubo, te los recomiendo. Por oro lado si estas harto de la música actual hipócrita, y repetitiva, esto es algo nuevo, por si no lo habías oído lo inventaron ellos.

28 de enero de 2010

Big Fish, Avatar

Solo una cuestión: estamos hablando de Tim Burton. En este filme del 2003, Burton nos trae un cuento infantil, para los no tan niños. Will Bloom está harto de que su padre le cuente su vida en forma del más increíble cuento, quiere saber la verdad. Tardará en descubrir que gran parte de esas historias salidas de la boca de Edward Bloom, han sido (en su mayoría) vividas por él. En esta película se puede valorar y disfrutar de la literatura infantil, produciendo un encanto especial en el espectador. A mí me ha gustado, lo suficiente para reivindicar mi gusto por los largometrajes de Tim Burton: algo espectacular. Aunque no se contempla en el top ten Burton, es algo digno de mención. Solo una idea: Espectro.

El esperado Guinness Record del presupuesto. : Avatar. Así lo anunciaban los periódicos de todo el mundo. En efecto,  la película más cara de la historia de manos del director de la oscarizadaTitanic”: James Cameron. No podía traer nada pequeño que pudiera pasar  desapercibido. Avatar se adentra en un mundo totalmente desconocido para el siglo XXI: Pandora, donde viven unos seres racionales, con forma similar a la humana pero con el doble de tamaño y mucho azul. Jake Sully, trata de conocer ese mundo desde dentro, por medio de un Avatar. La cosa no tardara en complicarse cuando se mezclen los conflictos coloniales. Una gran película, que acoge ideas de algunas otras, junto con un planteamiento ecologista y panteísta, propio de Cameron. La novedad triunfó: un peliculón.