14 de mayo de 2010

Teoría de la Aportación II

La Teoría de La Aportación no es únicamente la aportación en sí, sino todo lo que esta conlleva. Esta segunda entrega de la Teoría, ha surgido como una necesidad para esclarecer los atolondrados pasos de un inexperto. Ciertamente hace unos días escribí un artículo, y me replanteé una tercera posibilidad en cuanto a los resultados de una “aportación artística” (aportar, dañar), y es que a pesar de que sobre el arte se ha dicho que no se necesitan pautas, creo que hay una regla no escrita que hay que conservar. Me explico: hay muchos métodos a la hora de la “creación”, en ocasiones especialmente en los casos de proyectos “culturales y comerciales” se aboga por el abuso del arte, de los sentimientos… para conseguir un efecto más rotundo sobre el resultado final, claro que esto puede llevarse a cabo de forma inconsciente, no solo intencionadamente. Y es que hay cuestiones que deben ser tratadas en un contexto, sino carecen de sentido e incluso de realidad, pues se describe una situación falsa. Cuando los supuestos artistas utilizan elementos que distorsionan, chirrían, o son ajenos al resto de la “creación” (en este caso un artículo) llega un momento en el que el Gran Lector levanta las cejas, y puede llegar a pensar: “qué falso”, “que atentado contra el arte”. Y tiene razón. Entonces ¿hasta que punto podemos llegar sin abusar del arte?. Supongo que hay un límite en el que a partir de ahí no es auténtico, y te dejas llevar por una belleza superficial falsa, que engaña a unos oídos necios. Al escribir el articulo esto fue lo que ocurrió, llegó a ser todo tan pegajoso… Pido perdón, por este abuso y aprendo: ser auténtico.