Pues entre las 'denuncias' más escuchadas con respecto a este festival que queda cerca de Madrid pero debería llamarse Villaverde Cool o Getafe Cool pero no queda tan cool como Mad Cool o como andar 45 minutos para salir o entrar del recinto a tu coche, taxi, metro pagando 80€ con RedBulls a 5€, más el vaso a 1,5€. La mítica experiencia de borreguito cuando vas a buscar dónde hay agua, que es lo único que no cobran allí y se parece a 'no os hagáis adictos al agua' de Mad (cool) Max. Luego el ambiente de los conciertos está correcto sobre césped artificial, de día, todos frescos a las 20:00 y se parece mucho a un Instagram en la vida real, la gente viste y se muestra cómo le gustaría ser, cool en un festival cool con amigos cools. De noche la realidad es otra, más estilo 'Children of Men'. Sam Smith en un espectáculo religioso en la línea de Leftovers, toda una revelación, con muchos más ingredientes en directo que en el soul de Spotify. Queens of the Stone Age han envejecido sus valores machirulísticos, que sí o sí dan mucha caña y un buen espectáculo, bastante regular. Mumford & Sons conectando con su público como pocos en este festival con sus bonachonas barbas. Lo pasamos muy bien eso sí, viva el capitalismo.