16 de marzo de 2023

Pera

Últimamente, y ya se sabe que esto va por rachas, me ha dado por las peras de agua. Cuando voy a pasear a B, meto las llaves y las bolsas en un bolsillo de la chaqueta y una pera de agua en el otro. B. va con la cabeza agachada, sale alerta por los gatos. Ahora, por la noche, cogemos la calle peatonal (todo un descubrimiento que tiene su propio aspecto particular comparado con las calles perpendiculares) que es donde suelo terminar de mordisquear la pera y luego le aviso, y le encanta masticar la parte restante. Luego se olvida de mí y sigue olfateando, aunque creo que está tan encantado con esta rutina como yo.